El peso de un vaso

En 1895, en Louisville, Kentucky, apareció por primera vez en un catálogo el vaso Old Fashioned: bajo, pesado, con cortes en cruz. No era un capricho estético, sino pura función. Su forma ancha permitía machacar el azúcar y los amargos, y su peso equilibraba la fuerza del whisky.

En los años 50, el vaso se convirtió en símbolo de poder masculino. Frank Sinatra lo llevaba en los clubes de Las Vegas, y en los 60, Don Draper lo inmortalizó en Mad Men: whisky, hielo y un bloque de vidrio como compañero de mesa.

Lo que parecía un simple recipiente se transformó en un ícono cultural.
El Old Fashioned convirtió el acto de beber en un gesto: un hombre, un vaso robusto, un instante de presencia.

En soloio creemos en esos detalles que trascienden el tiempo. En cada prenda, como en un buen vaso, el diseño no solo se ve, se siente.